“Me hubiera gustado
regalarte rosas,
Claveles cortados en
tiempos de paz,
y adornar tu pelo de
rebelde hermosa, sin saberte herida
y sin verte llorar,
Perdona entonces si te hablo de tristeza,
de sangre y de muerte es preciso hablar…”
Fernando
López.
El
tribunal guatemalteco, encabezado por la jueza Jazmín Barrios, sentenció a 80
años de cárcel al ex dictador José Efraín Ríos Montt por los delitos de
genocidio y de lesa humanidad contra la etnia ixil entre 1982 y 1983. La jueza
afirmo: "Los juzgadores consideramos que la conducta del acusado
José Efraín Ríos Montt encuadra en el delito de genocidio en calidad de autor,
por lo que debe imponerse la pena correspondiente". Sentencia
histórica que de mantenerse firme marcara un precedente en la historia de la
justicia en Guatemala.
Algunos
sectores pro militares y de la cúpula de la oligarquía rancia que ha ostentado
del poder alzan sus estandartes, utilizando las expresiones y el grito de
consignas, (que en otros momentos han criticado y penalizado) y todos sus artilugios para manifestarse en
contra de la sentencia emitida por las Jueza Jazmín Barrios.
Sin
embargo esta sentencia debe constituirse en una reivindicación, que debe sentar un
precedente y dejar establecido que la
vida se respeta y se defiende, que el
Estado para eso debe organizarse.
Hombres,
mujeres, ancianos y niños fueron víctimas de estrategias finamente planificadas como: Operación Sofía, Victoria
y Firmeza 82, e hincaron toda su fuerza y coraje en contra de la vida de campesinos, indígenas y líderes comunitarios.
Sí que hay evidencias de la planificación sistemática para la eliminación de
ciertos sectores de la población. La obligación de integrar las patrullas de
autodefensa civil, las aldeas modelos se constituyen en una evidencia clara de
la planificación maquiavélica de gobierno y las fuerzas armadas de esa década.
Por eso este Juicio, se constituye en un proceso histórico y que vienen a dar vida a varios
elementos que es necesario profundizar entre ellos la redefinición de las
fuerzas armadas y su unidad de cuerpo que ocurre ahora cuando el ejército ha sitiado las
instituciones gubernamentales del país. Al igual la Guatemala racista,
excluyente y bananera aún no está superada. Las causas estructurales que dieron
inicio al conflicto armado siguen
vigentes y sin esperanzas que se logren abordar por las autoridades de gobierno
que han desfilado por nuestro país. Es interesante observar la asociación interoligarquica que movilizan fuerzas y
tecnologías para enfrentar al
enemigo que tienen en común.
Por lo tanto como fuerza social que aun débil se
moviliza, debemos retomar fuerzas frente a los problemas esenciales que
históricamente nos han aquejado; y los pueblos, los pueblos que hemos sido víctimas de este
sistema lapidario, nos levantemos, alcemos nuestras voces, unamos nuestras fuerzas para que nadie más vuelva con su
sangre a enlutar a las familias de este país.
No se puede olvidar el pasado, cuando las heridas aún no han sido sanadas, cuando los
derechos violentados aún no han sido restituidos. Cuando las causas
estructurales que dieron vida el conflicto armado aún no han sido atendidas. La
paz se construye, la paz es producto de
la justicia, y el reconocer a los autores de la tragedia vivida en Guatemala abona
el proceso de paz, contribuye a cerrar el duelo de muchas familias que perdieron
a sus familiares y que sufrieron desarraigo.
Como movimiento obrero recordamos a nuestros
compañeros que cayeron por la violencia de Estado ejercida durante las
dictaduras militares, donde fueron asesinados varios miltantes de la
JOC en Guatemala, que fue descabezada en la década de los 60s. Esta sentencia,
es por lo tanto una reivindicación a todos los caídos en la lucha, por lo tanto
unimos nuestras voces, y nuestro respaldo a acciones encaminadas a dar, sanar y
defender la vida en cada una de sus dimensiones.
Porque aquí decía el poeta “solo queremos ser humanos”. Por eso queremos paz, paz que se construye
con justicia, se construye cuando se le devuelve la patria al desterrado, cuando deja de despojarse a los pueblos de sus
recursos, de la tierra que da la vida, de sus sueños, esperanzas y utopías.
JOC Guatemala, mayo de 2013
Descargar en el siguiente link comunicado ante juicio por genocidio
